CANNIZZARO

Stanislao Cannizzaro (Palermo, 13 de julio de 1826 – Roma, 10 de mayo de 1910) Fue un químico y gobernador italiano que resolvió las confusiones surgidas acerca de las masas moleculares y atómicas.

Entre la química y la revolución

En 1926, en Palermo, Sicilia, nació Stanislao Cannizzaro; su inclinación por la ciencia lo llevó a estudiar medicina en su tierra natal y química en Pisa. Sin embargo dejó sus estudios en 1848, el año de las revoluciones de Europa, Para regresar a Sicilia y participar en la toma de Messina, revuelta contra el rey borbónico de Nápoles, que resultó un fracaso. Como consecuencia de esta derrota, se fue exiliado a París, donde continuó sus estudios e hizo sus primeros aportes a la química.

En 1851 regresó a Italia como profesor y se dedicó a trabajar en el problema más grave de la química del momento: la enorme confusión que había en la determinación de la estructura de las sustancias, para diferenciar átomos de moléculas y acordar cuales eran las masas atómicas correctas. Cannizzaro retomó mucha de la información generada hasta entonces y la sometió nuevamente a experimentación; en particular, se dedicó analizar las ideas de Avogadro sobre los volúmenes de los gases y sobre las moléculas diatómicas, que no habían sido consideradas seriamente durante medio siglo, pero que permitían aclarar y facilitar los cálculos y los experimentos en los que había desacuerdos.

En 1858 publicó el artículo “Sundo di un Corso de Filosofia Chimica” (“Resumen de un curso de Filosofía química”) en la revista Il Nuovo Cimento, en el que expuso sus conclusiones, que resultaron importantes para diferenciar los conceptos de átomo y molécula y aclarar los cálculos de masas relativas de estas partículas. En 1851 fue nombrado senador y colaboró para mejorar la educación científica italiana.

En 1860 nuevamente se sumó a la revolución, ahora dirigida por Giuseppe Garibaldi para la invasión de Sicilia, que provocó la expulsión del régimen napolitano y que aceleró la unificación italiana bajo el reinado de Víctor Manuel II. Al terminar la revuelta retomó sus investigaciones. Murió en roma, en 1910.